"Los Asquerosos" de Santiago Lorenzo. ¿Mi libro favorito?
Manuel es un pobre diablo en toda regla: su trabajo es insoportable, no tiene nadie con quien compartir una conversación en tiempos de ocio o de nubes negras, y encima va contando los céntimos para llegar a pagar el alquiler de su muy humilde morada.
No es un mal tipo, solo es un poco sui generis y le gusta llevar destornilladores en el bolsillo, como quien lleva kleenex cuando está resfriado. Y claro, un día un policia le increpa equivocadamente cual criminal, y el gacho a modo de reflejo instintivo se defiende clavandole su herramienta por excelencia, y… se mete en un maravilloso entramado sobre el que transcurre la novela.
El muy paranoide huye de todo y se pira a una casa abandonada en una aldea que no tiene ni nombre. Gracias a su ingenio, sus escasos ahorros, sus muchas peripecias y la ayuda altruista de un familiar consigue vivir en el anonimato absoluto sin necesidad de enfrentarse a conversaciones de ascensor indeseables. Manuel se enfrenta a sí mismo y al paso de las horas de la manera más cruda que se puede hacer: sin nada ni nadie a su alrededor. Claro, al tipo no le queda otra más que echarle imaginación y desaprender muchas de las cosas socialmente aceptadas e inventarse otras para encontrar un sentido alternativo a la existencia que ahora le toca “soportar” (…)
Los asquerosos es la tierna historia de la búsqueda de nuevas ecuaciones para encontrar “esa respuesta". De los cambios, deseables o no, que da la vida, y las adaptaciones a las que nos enfrentamos cada uno. Es un canto a la soledad, al aprender a aguantarse a uno mismo sin necesidad de una justificación externa. Una extensión de “sobre la brevedad de la vida” del maestro Séneca: “tiempo haberlo lo haylo, lo que pasa es que no sabemos cómo utilizarlo bien porque ni siquiera sabemos qué hacer con el que ya contamos”. Y es que es verdad, a lo largo y ancho de las escasas 200 páginas que componen el libro, te metes en la casa de Manuel y junto con él y su peculiar ingenio, vais reflexionando acerca del mundo de apariencias innecesarias en el que nos hallamos inmersos, de la turbo temporalidad de nuevo siglo, del necesito esto o aquello para vivir, de la libertad y sus numerosas malas concepciones… del cinismo de la civilización.
Si bien puede parecer pesimista y tener tintes misántropos, se enmascara de una dulzura peculiar que acaba resultando muy placentera. Quizás el fino humor a lo largo de toda la novela y las palabrejas en desuso que marca el estilo de mi queridísimo Santiago Lorenzo tengan algo que ver.
En definitiva, una de esas lecturas especiales a las que merece la pena acudir con cierta frecuencia. A pesar de todas las dudas que me han surgido a raíz de ella, tras leerlo y releerlo, me ha servido como respuesta para cuando me pregunten aquello de: ¿Cuál es tu libro favorito?
Mayo 2022
Si bien el cariño que le guardo a este libro es muy mucho, el recuerdo de una época gris y la posterior salida a la luz, me han hecho preguntarme si la solución es la reclusión Manuelina, y la pataleta social. Quizá el tiempo me ha hecho darme cuenta que ni una ni otra. Aprender, reinterpretar, crecer.
A día de hoy no sé si favorito o no favorito, pero el libro es de agradecida lectura por la maravillosa pluma de Lorenzo, y su constante capacidad para hacernos reflexionar sobre lo que somos y lo que nos rodea. Muy recomendable lectura.
Febrero 2024

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